Real Estelí logró la hazaña más grande del deporte nicaragüense entre las disciplinas en conjunto al derrotar 2 a 1 a las Águilas del América en el Estadio Independencia del «diamante de las Segovias». Sin embargo, no se le ha dado la dimensión adecuada a esta gesta por varios factores, uno puede ser por incredulidad, como vivir un sueño dentro de la realidad que aún es difícil de creer, el otro; porque toda la atención estaba enfocada en el béisbol que le propinaron baño de realidad que exhibió las carencias del elenco pinolero con sus estructuras en la Serie del Caribe, un torneo de alta exigencia y que se vendió la errónea premisa que se podía triunfar frente a esas novenas.
El otro detalle es por el pésimismo del pensamiento que hay en un segmento de personas que aseguran que el «Tren del Norte» será superado en la vuelta. No se han dado cuenta que ese triunfo fue histórico, es más grande de lo que se puede imaginar por la forma que se concretó, por detalles en torno a este cotejo. El onceno de Otoniel Olivas estuvo compuesto por 8 futbolistas nicaragüenses entre los titulares, cuatro de los cinco cambios fueron elementos nacionales. La manera de ejecución para lograr el 2 a 1 triunfal.
Los rojiblancos durante los 90 minutos plasmaron varias variantes tácticas, tuvieron la pelota en unos minutos tejiendo redes de pases, atacaron por las bandas por medio de Byron Bonilla y Bancy Hernández, controlaron el mediocampo con las recuperaciones de Marlon «el chino» López con Sergio Cunninhgam, el canalero también fue sobresaliente en la distribución del cuero con sus bochazos.
Hubo presión alta en la salida, intensidad, transacciones rápidas, cambios de juego, pases cortos, verticalidad, relevos en ambas fases de la pelota entre compañeros tanto en la búsqueda como obstrucción de espacios. En los últimos 20 minutos se concretó una transformación en la zaga a línea de 5 sin necesidad de guindarse en el arco que mutó tanto a marca personal como zonal.
Ambos tantos de manufactura exquisita, el penalti de Byron Bonilla cobrado a los Panenka, una cámara lenta en la realidad para perforar las redes de Luis Malagón, cancerbero de las Águilas, viéndose impotente con su lance hacía su izquierda, atisbando de reojo el camino del esférico impulsado por el toque mágico del 7 de los norteños. En la zona mixta con confianza e ironía Byron Bonilla afirmó, «lo hice así porque soy un loco». El segundo con un córner de Bonilla que encontró a Marvin Fletes, el defensor con su frentazó superó el vuelo la estirada del arquero mexicano. Esta diana tuvo un poco del tiro de esquina iconico de Ribery con Robben el Old Trafford en 2010 por Champions, aquella fue una volea, este un testarazo como lo de Uwe Seeler o Gerd Muller.
El encuentro fue una graduación para Ebert Martínez, estuvo al 100 con sus anticipos, recortes, saltos, invencible por arriba en los relevos. Un partidos de altos quilates con o sin pelota para Bonilla, Bancy Hernández, Cunnigham, Iván Ochoa y Nicolás Maturana, quien tuvo el 3 a 0, pero Malagón se lo impidió con sus guantes. No olvidar a Douglas Forvis que cernían dudas sobre él que en este desafío fueron despejadas con sus paradas, todas las que hizo eran goles cantados y el filtro les dijo que no con sus manos. Por otro lado, Óscar Acevedo no se amilanó en todos los mano a mano que tuvo frente Alejandro Zendejas.
«La mentalidad del futbolista nicaragüense ha cambiado» aseveró Otto en la conferencia después del partido. Esto ha sido un proceso de años de trabajo para alcanzar eso que empezó desde que se eliminó a Real España en la primera década de este siglo que ha continuado con esa racha de 10 años sin perder como local ante conjuntos mexicanos como Tigres, del itsmo centroamericano y de la MLS.
El América bajo la tutela del estratega André Jardine solo ha sufrido 3 descalabros, uno de ellos contra Real Estelí. En la conferencia de prensa post encuentro, el preparador brasileño aseveró tres veces «Real Estelí fue mejor que América» dándole el reconocimiento a los norteños. En el deporte y en la vida es muy difícil obtener el reconocimiento del rival, los rojiblancos pudieron conseguir eso, porque esta victoria es la gesta más grande en el deporte nicaragüense en las disciplinas colectivas. Lamentablemente no se la ha dado la verdadera dimensión a este suceso que sí la va lograr con el paso del tiempo.
Escrito por: Helmut Canales.
Twitter: @HelmutCanales