Dennis Martínez logró compilar 16 victorias en cuatro ocasiones: 1978, 1982, 1989 y 1992, HECHO ÚNICO.
Esa cifra de triunfos es mítica en los archivos de la pelota nicaragüense, porque es la marca más alta en ese rubro implantada por un toletero pinolero en el mejor beisbol del planeta.
Solo “el presidente” posee esa gesta en su hoja de vida, ni siquiera Vicente Padilla pudo alcanzar esa estadística, su máximo fueron 15 decisiones a su favor en 2006.
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Un día como hoy en el 1991, Dennis Martínez hizo historia: JUEGO PERFECTO. 🇳🇮 pic.twitter.com/oHW9DPMlbw
— LasMayores (@LasMayores) July 28, 2020
Muestra de la calidad de Dennis Martínez:
También es una muestra real, fidedigna que expone al “chirizo” como el beisbolista por antonomasia de la tierra de lagos y volcanes, el resto se encuentran a años luz de él.
Posiblemente no existirá otro jugador que recolecte tan siquiera la mitad de los números del granadino, los de él son como los de Cy Young o Walter Johnson, virtualmente inalcanzables para sus compatriotas.
Los juegos ganados no son un parámetro para valorar la calidad de un pícher, por mucho tiempo especialmente en el siglo pasado se pensaba que los triunfos eran el factor para determinar al mejor lanzador de una temporada, sin embargo, está demostrado que no es así, por qué las victorias se concretan gracias al aporte en equipo o por variables que no dependen de un serpentinero, como un mal relevo, un error en fildeo que propicie carreras sucias.
Un lanzador se puede adjudicar un triunfo con una presentación mediocre o pésima.
En cambio, se lleva un descalabro con una labor de altos quilates en un recorrido en el box de seis o más entradas, por ejemplo perder 1 a 0 o 3 a 2.
La efectividad, la Era+ y por supuesto el WAR son renglones que cuantifican con más exactitud la calidad de un as el montículo en una salida o en un curso.
Un error de esta era, en Latinoamérica para ser más exactos, es ostentar la perspectiva que el WHIP es una manera de graficar el desempeño de un carabinero, sus siglas en español significan bases por bolas e imparables por cada entrada lanzada, enseña el control, menos imparables conectados.
En un inning, un pícher otorga dos bases por bolas y concede un imparable, se llenan los costales, pero no le anotan, su WHIP será alto en ese capítulo. Esa cifra es un complemento de la efectividad, la tarea principal de un tirador es tratar de permitir carreras lo menos posible.
Detalle llamativo de Dennis Martínez:
No obstante, las victorias siempre serán un detalle llamativo, a Dennis Martínez en toda su carrera se les relaciona con ellas, son como un sinónimo de su nombre, el 21 de septiembre de 1989, frente a los Piratas de Pittsburg, ante una afluencia de 6,753 personas, a las 5:07 de la tarde hora de Nicaragua buscaba el triunfo 16 de esa campaña e igualar esa estadística por tercera ocasión en su curriculum vitae.
En el Tree Rivers Stadium, el inmueble que fue testigo de los mejores batazos, atrapadas y tiros desde el fondo del jardín derecho hacia las almohadillas de Roberto Clemente, allí en ese lugar, el sultaneco edificó el partido ganado número 16 de la temporada de 1988. Su trabajo fue de 6.1 innings; permitió cinco carreras, producto de siete imparables entre ellos un cuadrangular.
Esos Piratas tenían en sus filas a Barry Bonds, el único pelotero en la historia en ganar siete premios de Jugador Más Valioso y en batear más de 500 jonrones con al menos 500 bases robadas.
El hombre que implantó el récord de más jonrones en una temporada con 73 en el 2001, es el líder de cuadrangulares de por vida en MLB con 762 y también es considerado por muchos como el mejor pelotero de todos los tiempos.
Dennis subió al montículo en el cierre de la primera entrada de ese duelo con una ventaja de 4 carreras.
En el primer capítulo lució estoico y perfecto. Dominó sin problemas a Bonds, Jay Bell y Andy Van Slyke. Barry Lamar en aquella época era el primer bate de los Piratas.
En el segundo y tercer episodio, el nica continúo preponderante, silenció a la batería de sus rivales dejándolos sin carreras en esos turnos al bate.
La primera carrera que permitió “el presidente” fue en la cuarta entrada, fruto de un hit impulsador Bobby Bonilla que remolcó desde segunda a Van Slyke. Martínez retiró fácil a los tres bateadores que enfrentó en el quinto inning, pero antes la ofensiva de los Expos dio un espaldarazo de dos anotaciones más a su lanzador y así poner el encuentro a favor 6-1.
En el sexto episodio, los Piratas descontaron ante líder de la rotación de los de Montreal, gracias a doble de Bonds que luego anotó por hit de Jay Bell.
El séptimo fue pernicioso para el pinolero, fue castigado con un estacazo de tres carreras departe de Mike LaValleire, después de ese bambinazo el consistente lanzador granadino fue retirado del montículo.
Sin tregua:
El relevo de los Expos no dio tregua, los Piratas se fueron sin anotaciones en el resto del encuentro y Dennis Martínez concretó el triunfo 16 de ese curso. Esa campaña la culminó con un balance 16-7 con 3.18 de promedio de carreras limpias permitidas. Por otro lado, de por vida ante Pittsburg patentó foja de 10-7 con 3.00 de efectividad.
Barry Bonds en toda su carrera contra los disparos del derecho nicaragüense bateó .228 puntos consecuencia de 21 hits en 100 turnos con un vuelacerca.
Escrito por: Helmut Canales
Twitter: @HelmutCanales
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