The Last Dance, el documental de Netflix, que mostró los entresijos de la campaña de 1998 de los Toros de Chicago. Colocó a Jerry Krause, el gerente general de los Bulls como el gran antagonista de la serie de 10 capítulos.
Es algo injusto, poner al arquitecto de la dinastía como el gran villano de la historia. En especial ahora que no tiene como defenderse.
Aunque ese detalle es a la vez es parte de la magia en la historia narrada, al ponerlo como el responsable del fin de equipo más imperante en los anales del mejor baloncesto del mundo.
Algo que es cierto fue de forma paralela un punto que generó un gran interés en la descripción esbozada por el documental .
La existencia de un antagonista en una historia siempre va a producir una atracción inconsciente en las personas. Ya sea para avocarse a la lectura de un libro, apreciar una película o al escuchar las palabras de un Rapsoda.
Implícitamente The Last Dance da a conocer los grandes aciertos que tuvo Krause en su administración. Los cuales son muchos como: contratar a Doug Collins, como el coach de los Bulls. Este entrenador hizo un esquema táctico basado en Jordan que llevó a los de la ciudad de los vientos a la final de la Conferencia Este por primera vez en más de una década.
En esta etapa cayeron derrotados por un equipo de época con estilo rudo y peculiar como los chicos malos de los Pistons de Detroit encabezados por Isaah Thomas y Dennis Rodman( también derrotaron a Phil Jackson un su primer año dirigiendo a Jordan y compañía).
Otro de los aciertos de Krause fue contratar a Phil Jackson como el asistente de Collins. En el mejor momento que pasaba el equipo en años, Jerry hace el probablemente movimiento(hizo mucho con los Bulls) más audaz en la historia de la NBA, al prescindir de los servicios del entrenador que llevó al quinteto de Chicago a las finales de conferencia y de forma paralela ascendió al asistente técnico (Phil Jackson). A la postre Jordan maduró como jugador total y Pippen generó más incidencia en los partidos con su desempeño.
Jerry Krause y sus tácticas
Krause apostó por las tácticas y virtudes de Phil Jackson. También en la variante estratégica del triángulo de Tex Winter, el nuevo asistente técnico. De esa forma los rivales ya no encontrarían con facilidad soluciones de anular a los Bulls. Eso molestó mucho a Jordan, primero porque le quitaba el balón de sus manos, estaba encantado con la propuesta de Collins, de que el conjunto se basará únicamente en él.
También su majestad no creía en los métodos de Jackson, él mismo lo aseveró en The Last Dance.
Eso no fue la única movida de Krause, él era un genio para detectar talento. Seleccinó en el Draft a jugadores como Horace Grant y Toni Kukoc.
Realizó un cambió antológico con los Super Sonics de Seattle para obtener los servicios de Scottie Pippen. Por medio del mercado de la agencia libre adhirió a la plantilla a John Paxson, Ron Harper, Steve Kerr.
Mediante otras permutas añadió a Luc Longley y Dennis Rodman al róster de los Bulls, cuando parecía que la carrera del gusano, estaba en descenso acelerado. Intercambio a un protegido de Jordan, Charles Okley, uno de los más experimentados del vestuario a los Knicks de Nueva York.
Sin dudas, Krause otrora scout de los Bullets de Washington, tuvo un ojo clínico para detectar talento en jugadores y entrenadores que eran no percibidos por otros. En su currículum se puede encontrar que también laboró para organizaciones de Grandes Ligas en todo tipo de puestos. Fue Gerente General y consultor de los Medias Blancas de Chicago, analista y scout de los Marineros de Seatle. «Water Boy» de los Cachorros de Chicago, consultor Yanquis y Mets de Nueva York, analista en los Indios de Cleveland, scout de los Atléticos de Oakland. Culminó su carrera como asistente del Gerente de los Cascabeles de Arizona en 2011.
El migajas a como lo llamaban los jugadores de los Bulls, los irritó con su aseveración «Las organizaciones ganan títulos, los jugadores no». Esto le conllevó a soportar todo tipo de insultos por parte de Jordan, Pippen y los demás jugadores . Su resiliencia ante ese hostil panorama fue elogiable.
The Last Dance ha sido estupendo. Ese adjetivo se queda corto , porque ha dimensionado más, la apoteósica imagen que ya ostentaban el mejor jugador, equipo y entrenador en la historia de la NBA. Además que se conoció la parte humana de ellos.
Jerry Krause es disfrazado como el antagonista del documental injustamente, sin embargo, esa es parte de la magia que hay detrás del hilo narrativo del documental, que al mismo tiempo plasma que fue más un gran héroe que un villano. Ni siquiera Florentino Pérez (Champions League) y Brian Cashman (Series Mundiales) han adherido 6 campeonatos en sus franquicias mediante sus administraciones.
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Escrito por: Helmut Canales
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