El bate de Ildemaro Vargas se vuelve especialmente efectivo cuando llega la postemporada. Con un promedio de bateo de .310 en su carrera en la ronda eliminatoria, su promedio aumenta a .317 en la postemporada.
Según el portal Pelota Binaria, este promedio es el tercero más alto entre los jugadores con al menos 400 turnos en las diferentes etapas finales. Solo José “Cafecito” Martínez (.324 en 445 turnos) y Miguel Cabrera (.347 en 452 turnos) están por encima de él.
Golpear la bola consistentemente es más difícil en los playoffs, cuando el nivel de pitcheo aumenta, la presión se intensifica y el margen de error se reduce. Vargas atribuye gran parte de su éxito a Selwyn Langaigne, a quien considera el mejor coach de bateo con el que ha trabajado.
“Estar en esa lista con esos nombres es un privilegio para mí y lo considero otro logro más en mi carrera. En verdad no sabía eso. Cuando mi promedio es alto siento que hago bien el trabajo”, comenta emocionado el capitán de los Cardenales de Lara. “El 50 por ciento del mérito lo tiene ‘Langui’ porque él sabe decirme las cosas para yo captarlas rápidamente y caer en cuenta sobre lo que debo hacer. El resto lo hace la experiencia de estar año tras año en playoff y lo bonito de esto es que el trabajo y los logros salen a relucir. Así te dan más ganas de seguir escalando, de dejar mi huella en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional”.
La influencia de Langaigne en la carrera de Vargas es tan grande que cuando el jugador de 33 años atraviesa por una crisis ofensiva en las Grandes Ligas, recurre a Langaigne. En los múltiples teléfonos de Vargas, el chat con Langaigne es un denominador común. “Mira, aquí tengo estas imágenes de mi postura en el home y cómo Langui traza unas líneas rojas para identificar lo que estoy haciendo mal y otras verdes para marcar lo que hago bien. Aunque su mejor consejo ha sido llegar temprano y trabajar en lo que estás fallando. Él va directo a eso porque me conoce desde que yo era jovencito”, señala Vargas. “Es una persona a la cual respeto y admiro. Lo vi jugar cuando yo era pequeño. Yo puedo estar en la luna, pero siempre me voy a acordar de quien me ha ayudado. Agradezco tenerlo a mi lado”.
Langaigne también guarda las imágenes marcadas en verde y rojo. “Fíjate en esta. Aquí lo ves con el torso inclinado sobre el home. Cuando se pone así pierde fuerza y vienen las conexiones débiles”, muestra Langaigne en la pantalla de su celular. “Ahora mira esta otra imagen, la que está marcada en verde. Lo puedes ver más erguido, en la posición correcta. Lo conversamos y a los pocos días, casualmente, dio jonrón. Ahora ve esta. Aquí está con los pies muy separados entre sí. Es incorrecto y por eso hice el trazo en rojo. Préstale atención a esta otra captura. Los pies están más juntos y así logra más balance”.
Estas conversaciones se mantienen durante toda la temporada de Major League Baseball. Bajo la imagen viene el texto explicativo de Langaigne, y para Ildemaro Vargas, esto ha sido de gran ayuda. Ahora se prepara para su novena temporada en las Grandes Ligas.
UN EQUIPO QUE COMPETIRÁ EN LA GRAN FINAL
La actuación de Vargas en la postemporada continuará este domingo, cuando los Cardenales de Lara reciban a los Bravos de Margarita en el primer round de la final.
“Tenemos equipo como para salir a competir y buscar ese campeonato para el estado Lara. Ya es hora”, asegura Vargas. “Estoy cansado de llegar segundo, de no llegar al final del camino, que en este caso será la Serie del Caribe en Mexicali. En mi caso, ya me siento totalmente recuperado de la lesión en la pierna. Así puedo desplegar mi juego a plenitud, como a mí me gusta. Y seguir con mi trabajo de primer bate, que es dar hits, llegar a las bases. Uno debe conocerse y en mi caso no ando buscando jonrones porque no todo el mundo nació para jonronero. Los que no lo somos no debemos dañar nuestra forma de batear persiguiendo batazos largos. Por eso siento tanto respeto por alguien como Luis Arráez”.