Publicado por José Bautista, corazón y alma de los equipos de los Azulejos que devolvieron el béisbol al primer plano en Canadá, ha sido elegido al Salón de la Fama del Béisbol Canadiense.
El anuncio se realizó el miércoles como parte del grupo del 2025 del Salón de la Fama, donde el dominicano Bautista será exaltado junto a Érik Bédard, Greg Hamilton, Amanda Asay, Arleene Noga y Gerry Snyder.
Bautista representó lo mejor de los Azulejos durante una década, del 2008 al 2017, con logros individuales que captaron la atención de la liga antes de que el resto de la organización alcanzara su nivel.
José Bautista es un histórico en Toronto:
En 2010, Bautista tuvo una de las mejores temporadas en la historia de la franquicia con 54 jonrones, un récord del club que el dominicano Vladimir Guerrero Jr. y compañía aún persiguen. En 2011, registró un OPS de 1.056, y aunque los Azulejos tardaron algunos años en volver a la postemporada, Bautista le dio a la organización una nueva estrella inesperada alrededor de la cual armar el equipo.
Lo especial del legado de Bautista en Toronto es que nunca se esperaba que fuera espectacular. Bautista, quien fue cambiado a los Azulejos el 21 de agosto de 2008 por el receptor dominicano Robinzon Díaz, era un utility que había mostrado destellos de poder, pero ya tenía 27 años y había pasado por varios clubes. Sin embargo, algo hizo clic en Toronto.
El coach de bateo Dwayne Murphy y el mánager Cito Gaston trabajaron con Bautista, instándolo a estar listo más temprano para empezar su swing, lo que resultó en una increíble carga en la parte baja de su cuerpo antes de desatar su violento y poderoso bate.
Bautista se convirtió en el rostro de la organización junto a jugadores como su compatriota Edwin Encarnación y Josh Donaldson, conformando uno de los tríos ofensivos más temibles del béisbol cuando llegaron las postemporadas del 2015 y 2016.
Aquellos equipos eran queridos no solo por su éxito en el terreno, sino por la manera en que jugaban. El mánager John Gibbons los llamaba “un grupo de rebeldes”. Eran un conjunto que podía vencer en un partido de béisbol y también en una pelea en un bar, y Canadá los adoraba por ello.
El recordado Batflip:
Todo culminó en el momento perfecto el 14 de octubre de 2015: “El Bat Flip”. En el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Rangers, Bautista tenía el mundo en la palma de su mano en la parte baja de la séptima entrada, con dos corredores en base, dos outs y el marcador empatado 3-3. Lo que ocurrió después quedó grabado para siempre en la historia de los Azulejos.
Después del cuadrangular de oro de Joe Carter y algunos momentos de las Series Mundiales de 1992 y 1993, pocos episodios en la historia de la franquicia se comparan con el jonrón de Bautista. “El pitcheo de Dyson en 1-1… ¡Bautista conecta! ¡Profundo por el izquierdo! ¡No hay duda!” reflejó a la perfección el carácter de Bautista, el showman que siempre se crecía en los momentos importantes. La rápida mirada hacia Dyson fue parte del espectáculo. No solo quería vencer, quería que lo supieras. Luego, sin mirar atrás, Bautista lanzó el bate al cielo mientras el Rogers Centre temblaba.
Si algún día hay estatuas fuera del Rogers Centre o del próximo estadio de los Azulejos, la de Bautista merece estar allí, capturando al hombre que devolvió el béisbol a la vida para tantos canadienses, y lo hizo con un toque de actitud.