Publicado por Francia está cerca de revalidar su título del mundo, son el equipo nacional número uno del planeta, tienen una gran plantilla, jerarquía para salir adelante cuando el rival los domina, funcionamiento colectivo en todas sus líneas; gracias a la combinación de juventud con experiencia de sus futbolistas, los dirige un entrenador exitoso que ostenta una idea clara de juego que nace de la solidez defensiva que propone y de la libertad que le dado a Griezmann para ser el conductor de todos los mecanismos del engranaje galo.
Marruecos, por su parte, es el primer conjunto africano que llega a las semifinales en un Mundial, representan el anhelo, la pasión de un continente que desea transcender en todas las facetas, bajo el aura de un credo, el Islam y de un idioma, el árabe, son la muestra de una de millones de historias que enseña que el balompié es más que solo futbol, es una manera de explicar tantos rasgos de la vida.
El conjunto dirigido por Walid Regragui refleja los factores que toda selección en vías de desarrollo necesita para transcender en el escenario internacional: una generación de jugadores que militan en los clubes europeos más poderosos: Sevilla, Chelsea, Bayern Múnich, PSG, allí está la base de esa planilla, luego los elementos de complemento compiten en la Premier League, la Serie A, la Liga y la Ligue 1. El entrenador tiene personalidad, sus estrategias, tácticas son trasladadas en el terreno por sus pupilos con solidez, generosidad e ideas claras, los ha impregnado de convencimiento.
Marruecos solo ha permitido un tanto en la Copa del Mundo, fue un autogol frente a Canadá. Han dejado en cero a adversarios poderosos que ostentan en plantilla a varios de los futbolistas más destacados del planeta: Croacia, Bélgica, España y Portugal, eso no es suerte ni casualidad, es parte de un trabajo premeditado, defendiendo en bloque que no es lo mismo que tirarse atrás, esa compactibilidad prioriza tapar los espacios a los receptores de pases, saltando constantemente sobre el poseedor del balón en turno.
En ese esquema hay tres piezas claves en la medular, Sofyan Amrabat de la Fiorentina, es el orquestador que dicta el marcaje en grupo, Azzedine Ounahi, un jugador desgarbado, técnico, es la persona con más regates en La Ligue 1, después de Messi, se encarga de tapar las opciones de pases dentro, de forma simultánea, evita que los centrales tengan que saltar cubriendo su espalda, Hakin Ziyech, el elemento distinto con la pelota en sus pies, realiza la labor de una piraña con el pressing, para evitar la progresión y obligar a recular la circulación del oponente con el cuero o fabricar la mala entrega, acto seguido sus compañeros recuperan el esférico.
En salida, el rasgo llamativo del cuadro africano es plasmarla a uno o dos toques rápidos, conducción acelerada, los pilares para esa maniobra son Ounahi, Amrabat, Hakimi y Ziyech, tejen las redes de pases que generan las oportunidades de gol que son capitalizadas por Youssef En-Nesyri, entre todos ellos materializaron el tanto que eliminó a Portugal.
Francia es el parámetro para todos los seleccionados nacionales en el futbol de la actualidad, Mbappé abre las defensas más férreas con su habilidad de llave maestra, parece ser el heredero natural del trono que dejará Messi cuando se retire, Giroud arrastra marca, es un Hulk o una Mole en el juego aéreo , gana prácticamente todos los duelos por un centro con sus frentazos, Griezmann es el elemento más incidente del funcionamiento colectivo “Les Bleus” , solo han permitidos goles de penalti en octavos y cuartos, exhiben recursos desde el banquillo, el mediocampo con el tándem Rabiot-Tchouaméni da soluciones tanto en ataque como en defensa.
Los franceses ganan los cotejos aunque estén con bajas sensibles por lesiones, siendo dominados como en el partido ante Inglaterra, los británicos fueron superiores, pero no pudieron ante la contundencia del campeón del mundo, que aspira a revalidar su título frente Argentina ¿Marruecos dará la gran sorpresa? parece imposible, pero el futbol es tan bello que aniquila la lógica o la realidad, en esos aspectos el equipo de Didier Deschamps es el rey, el número uno.
Escrito por: Helmut Canales
Twitter: @HelmutCanales
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