Publicado por El venezolano Félix Hernández, elegible para el Salón de la Fama por primera vez este año, enfrenta una situación compleja en la historia del béisbol.
Con 169 victorias, una efectividad de 3.42, un Premio Cy Young y una carrera que terminó a los 30 años, no encaja en la figura tradicional de los lanzadores legendarios. Con solo 49.7 WAR (114º entre los lanzadores abridores), su apoyo podría ser limitado bajo las nuevas métricas.
Félix Hernández se lo merece:
A pesar de la falta de hazañas en la postemporada, Hernández dominó durante sus años en la Liga Americana. Entre 2007 y 2015, solo fue superado en WAR por Clayton Kershaw, posicionándose como uno de los mejores lanzadores de su época.
El reto para Hernández es la comparación con otros grandes lanzadores. Mientras que figuras como Sandy Koufax y Dizzy Dean alcanzaron el Salón de la Fama con carreras acortadas, Hernández no obtuvo los mismos reconocimientos en la Serie Mundial, algo que influye en la mente de los votantes.
Además, su carrera después de los 30 años no fue tan sólida como la de otros contemporáneos. Comparado con CC Sabathia, quien mantuvo un rendimiento consistente, Hernández tuvo una caída abrupta en su rendimiento.
Sin embargo, en la era moderna del béisbol, la forma de evaluar a los lanzadores está cambiando. Evaluar a Hernández como el mejor lanzador de la Liga Americana durante casi una década podría ser suficiente para considerarlo digno del Salón de la Fama.
El proceso de evaluación para Hernández podría evolucionar en la próxima década, permitiendo una mejor apreciación de su carrera. Aunque sus números tradicionales no sean impresionantes, su impacto en el juego y su dominio durante su mejor período podrían abrirle las puertas a Cooperstown.