Ismael Ureña Pérez, un joven de 14 años, soñaba con firmar para la MLB. Sin embargo, su sueño se convirtió en una pesadilla cuando, en el verano de 2024, abandonó la pensión donde se concentraba en San Luis (SD) debido a problemas de salud. Le decía a su hermano mayor que no sentía las piernas, sus ojos se tornaron amarillos y su orina era roja como la sangre.
«Mami, me están maltratando», le confesó a su madre, Iris Pérez. Al ver la condición de su hijo, lo llevó al médico, donde los análisis revelaron que le habían administrado sustancias destinadas a caballos para mejorar su rendimiento. Ismael confirmó esta información, aunque había evitado contárselo a sus padres.
Pocos días después de ser hospitalizado, Ismael falleció. Pero el drama no terminó ahí. Dos de sus hermanos, que también se entrenaban en la Yordy Cabrera Baseball Academy, sufren ahora de taquicardia y problemas de visión.
Sus padres, Inoel Ureña e Iris Pérez, con recursos limitados, viajaron a Santiago de los Caballeros y contaron su caso al abogado Orlando Aracena Peña, de la Fundación Familia Sin Violencia (Funfasinvi), quien decidió asumirlo.
«Estoy aquí porque quiero justicia, porque me mataron a mi hijo y yo quiero justicia por él», declaró Inoel Ureña en un video en TikTok, subido por el abogado Russel Aracena, miembro de la ONG. «Le estaban inyectando cosas sin mi autorización y por eso quiero justicia».
La Querella
El martes, cinco abogados de Funfasinvi presentaron una querella formal en la Fiscalía de Santo Domingo Este contra Yordy Cabrera, exjugador y director de la academia donde ocurrieron los hechos. Buscan que se le imponga prisión preventiva a Cabrera, de 34 años, quien jugó como infielder y lanzador en varias ligas, incluyendo la Lidom.
Cabrera es acusado de violar varios artículos del Código Penal Dominicano, la Ley de Salud y la Ley sobre Drogas y Sustancias Controladas. El Bodedone, conocido como «caballín» en el béisbol, es un esteroide utilizado tanto en caballos como en humanos, y ha causado suspensiones en la MLB a varios jugadores.
Rescate a Esmerling
«Me vi en pánico cuando la familia me contactó», dijo Aracena a Diario Libre. «Lo más lejos que uno tiene es que a un muchacho le están haciendo experimentos con sustancias de caballo. Cuando vienen los scouts, los inyectan para presentarlos como súper peloteros, pero cuando se van los efectos, muchos se desmoronan».
La fundación ha tomado el caso como una misión, llamándolo «Rescatando a Esmerling», por las secuelas que ha dejado en uno de los jóvenes de la familia. Aracena insiste en que la Procuraduría de Niños y Niñas debe tomar control de estas academias para evitar que sigan ocurriendo estos abusos.
El abogado explicó que una primera querella fue presentada la semana pasada y pidió que se fusione el expediente para que el fiscal encargado pueda abordar el caso de las tres víctimas.
Cabrera fue firmado por los Atléticos en 2010 y jugó para varios equipos en la MLB y la Lidom, además de reforzar en Puerto Rico, México y Canadá.