Los Tiburones de La Guaira han servido de plataforma para cumplir muchos sueños familiares a lo largo de los últimos años, incluido el de Alcides Escobar. En su momento, José Alberto y Teodoro, hijos del legendario paleador del equipo Carlos “Café” Martínez, cumplieron la meta de jugar juntos con la organización, algo que este año también lograron los hermanos Leobaldo y Oswaldo Cabrera.
Y durante la temporada pasada, algo que parecía impensable también se cristalizó bajo el manto de los escualos. Alcides Escobar, Maikel García y Ronald Acuña Jr., primos con experiencia en las Grandes Ligas y nativos de La Sabana, en el estado La Guaira, formaron parte de la misma alineación de un conjunto litoralense que alcanzó la final por primera vez en más de una década.
Fue una experiencia que no sólo quedó grabada en la memoria del trío de peloteros, sino también en el apasionado pueblo guaireño, que pudo disfrutar de tres de sus más grandes representantes compartiendo terreno y uniforme por primera vez.
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El sueño familiar que vivió Alcides Escobar:
“Lo que viví el año pasado creo que es algo que no volverá a pasar en mucho tiempo”, señaló Escobar a comienzos de la presente semana. “Tres primos en el mismo equipo, en el mismo lineup. Tengo muchos años de carrera en el beisbol y esa fue una de las mejores cosas que me ha pasado”.
En efecto, resulta complejo que alguna otra organización pueda emular lo conseguido por el tridente de los escualos; sin embargo, si todo marcha como previsto, Escobar y compañía podrían reunirse en la cueva del combinado dentro de muy poco tiempo.
El campeón de la Serie Mundial con los Reales de Kansas City en 2015 realizó su estreno en la presente temporada este pasado jueves y García tiene previsto hacer lo propio el 24 de este mes. Acuña Jr., mientras tanto, ya cuenta con el permiso de los Bravos de Atlanta para jugar algunos encuentros con Tiburones en esta campaña, según informó hace semanas la misma institución, aunque todavía se desconoce cuándo podría reportarse.
De cualquier forma, mientras llega esa oportunidad, Escobar está muy claro de que sería mucho más especial si el conjunto está metido en los papeles nuevamente para ese entonces. Con miras a lograrlo, tras un inicio de zafra algo inconsistente para La Guaira, la respuesta en el terreno debe llegar cuanto antes.
Los dirigidos por Edgardo Alfonzo arribaron a la jornada de este viernes con balance de 7-8, en el cuarto lugar de la tabla de posiciones y a cuatro juegos y medio de la punta.
Confía en el equipo:
“Seguimos con la misma química. Los muchachos nos respetan como veteranos, que es lo más importante y eso lo valoro mucho”, indicó el infielder. “Estoy aquí para ellos y todos los días me encanta venir a disfrutar de este ambiente”, añadió.
Justo después de reportarse a las prácticas del combinado, Escobar vio a Tiburones atravesar por aguas tormentosas con múltiples movimientos gerenciales en cuestión de un par de días, que sembraron incertidumbre en el seno de la afición y de los mismos jugadores del equipo.
No obstante, con 13 años de experiencia en las Mayores y muchos más en el beisbol profesional en general, el alto mando de La Guaira no pudo encontrar a un jugador con mayor liderazgo que Escobar para mantener la calma en la cueva.
Alcides Escobar es una gran influencia en el clubhouse de La Guaira y un líder en el terreno
“Son noticias de las que escuchamos a cada cinco minutos. Nosotros lo que sabemos es jugar pelota. No sabemos nada de oficinas. Es un poco difícil porque si mezclas esa noticia con el juego, las cosas no van a salir bien para nosotros”, reconoció.
Conjura en los Tiburones de La Guaira
Eso fue justamente lo que llevó a que el ganador del Guante de Oro en MLB comandara una reunión con el resto de sus compañeros, en la que cada uno tuvo la oportunidad de expresar sus inquietudes.
“Tuvimos una reunión en la que todos hablamos”, contó. “Vamos a seguir enfocados y a jugar la pelota dura. Intentaremos mantener el buen momento que traíamos en días recientes. Nosotros lo que sabemos es jugar béisbol. Lo demás no nos corresponde”, reiteró.
Con o sin nueva gerencia, la meta no cambia para una escuadra salada que no ha tenido problemas en admitir que quedó una espinita clavada con la forma en la que todo culminó en el torneo anterior.
“Estoy muy contento de estar aquí nuevamente y tengo plena confianza de que esta vez sí podremos terminar el trabajo. Lo que pasó la temporada pasada nos sirvió de experiencia a todos, incluso a los que tenemos años en esto, y ahora debemos demostrar lo que aprendimos y conseguir ese campeonato”, concluyó Escobar.
Escrito por Prensa LVBP