El fútbol es un deporte de resultados y son los mismos que no han acompañado a Fernando Batista este último año con la selección venezolana.
Al principio toda fue una luna de miel entre la fanaticada y la prensa que de por sí le cuesta ser crítica en cuanto a su selección se trata. Cómo que si exigir un buen funcionamiento es sinónimo de ser traidor a la patria.
Todo este boom con Fernando Batista se mezcló, prensa complaciente, resultados y un carisma del DT argentino que contagió a la fanaticada. Más allá de los empates ante los tres seleccionados campeones del mundo, la no consecución de victorias claves ha encendido las alarmas.
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Otra realidad para Fernando Batista
Lastimosamente para el ‘Bocha’ y para La Vinotinto hoy finalizando el 2024 la situación está muy complicada, empatando a campeones del mundo, pero con más de un año sin ganar en Eliminatorias Sudamericanas.
Con una Copa América y un inicio de eliminatoria que ilusionaba. Hoy Fernando Batista es duda para seguir adelante y cumplir el sueño mundialista de Venezuela.
Pero la interrogante es la misma en todo el país ¿Debe salir el Bocha de la selección a estas alturas? La respuesta no la tenemos, pero si las dudas entre la llegada de un posible «Messias». Una figura que será alabada nuevamente por la prensa complaciente y las ganas de la fanaticada de estar presentes en una Copa del Mundo.
Fernando Batista y el futuro de La Vinotinto
Pase lo que pase, se espera lo mejor para La Vinotinto, cordura y critica constructiva, nuestros jugadores lo han dado todo, muchas veces la afición pide recambio, pero ignora que quizás no es suficiente el que tenemos.
En conclusión, la marea está alta para Fernando Batista, un ídolo que se ha venido cayendo por la falta de resultados y que a la vez fue sobrevalorado por un sector de periodismo que ha convertido su labor en corporativismo.
Cabe recordar que la situación es complicada, pero tampoco es imposible, La Vinotinto sigue con chances de ir a la Copa del Mundo de 2026, por ahora todas las opciones siguen sobre la mesa.
¡Amanecerá y veremos!