Publicado por Carlos Carrasco llegó a los Yankees durante la temporada baja con un contrato de ligas menores, enfrentándose a un panorama complicado para integrar el roster principal.
Sin embargo, el béisbol es un deporte lleno de giros inesperados, y las lesiones de Gerrit Cole y el Novato del Año, Luis Gil, abrieron dos vacantes significativas en la rotación abridora de Nueva York, colocándolo en una posición interesante.
A sus 38 años, Carrasco busca resurgir tras dos temporadas difíciles con los Mets y en su regreso a Cleveland.
Este año, tras ajustar su mecánica en la pretemporada, ha mostrado una notable mejoría.
Con una efectividad de 2.45 y un WHIP de 1.09 en cuatro salidas primaverales, el veterano ha demostrado que aún tiene mucho que ofrecer.
En su última aparición, Carrasco trabajó 3.1 entradas contra una alineación titular de los Filis, incluyendo a Kyle Schwarber.
Permitió solo una carrera, dos hits y una base por bolas, mientras que ponchó a seis bateadores, su mayor cifra de la primavera.
El derecho utilizó efectivamente su repertorio completo—recta, cambio, slider, curva y recta de dos costuras—generando siete swings fallidos y consolidando su confianza para la temporada regular.
Aaron Boone reconoce que Carlos Carrasco tiene una posibilidad:
“El campamento ha sido realmente bueno para él”, afirmó el mánager Aaron Boone, destacando que Carrasco ha llegado en óptimas condiciones físicas y mentales. Boone agregó que ve más potencia en el lanzador que el año pasado, lo que lo coloca como un firme competidor por uno de los lugares en la rotación.
A pesar de enfrentar problemas en la primera entrada, donde Schwarber y Max Kepler colocaron corredores en posición de anotar, Carrasco salió del apuro con la ayuda de una gran jugada de Aaron Judge. El resto de su actuación fue impecable, permitiendo solo una carrera mediante un elevado de sacrificio.
Por ahora, Carrasco compite con Marcus Stroman y Will Warren por un puesto en la rotación, y con actuaciones como esta, parece estar cada vez más cerca de regresar al montículo de Grandes Ligas. Su esfuerzo y perseverancia lo convierten en un ejemplo a seguir, ganándose el apoyo tanto de los fanáticos de los Yankees como de los Mets.