El Real Madrid ha decidido no asistir al entrenamiento previo ni a la rueda de prensa oficial en La Cartuja, en protesta por las declaraciones de los árbitros designados para la final de la Copa del Rey.
Además, Florentino Pérez y la directiva blanca han anunciado que no participarán en la cena de gala de la RFEF, intensificando la tensión en las horas previas al Clásico contra el FC Barcelona.
¿Por qué protesta el Real Madrid?
La polémica gira en torno a Ricardo De Burgos Bengoetxea, árbitro principal, y Pablo González Fuertes, encargado del VAR. Ambos ofrecieron una rueda de prensa en la que criticaron duramente los ataques recibidos, especialmente los provenientes de Real Madrid TV. De Burgos, visiblemente emocionado, denunció el impacto de estas críticas en su vida personal, afirmando: «Cuando un hijo va al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, eso es muy duro.»
Por su parte, González Fuertes advirtió de forma MUY DESAFORTUNADA sobre las consecuencias de la creciente hostilidad hacia el colectivo arbitral: «Estamos llegando al límite. No vamos a seguir permitiendo lo que está ocurriendo.»
El conflicto con Real Madrid TV
El canal oficial del club blanco publicó un vídeo destacando errores arbitrales de De Burgos en partidos anteriores, lo que ha sido interpretado como un intento de deslegitimar su imparcialidad. Este enfrentamiento ha llevado a los árbitros a exigir medidas más estrictas para proteger su integridad y la del fútbol en general.
¿Qué sigue?
El Real Madrid no ha solicitado formalmente el cambio de árbitros, pero espera que la RFEF tome cartas en el asunto.
Mientras tanto, el Comité Técnico de Árbitros ha anunciado que se implementarán medidas para abordar esta situación.