La noticia del fallecimiento de Fernando Valenzuela conmocionó al mundo del béisbol y especialmente a la comunidad latina. El “Toro” Valenzuela, como se le conocía afectuosamente, fue mucho más que un lanzador; fue un ícono que trascendió las fronteras y dejó una huella imborrable en el deporte.
Nacido en Etchohuaquila, Sonora, Fernando Valenzuela debutó con los Dodgers de Los Ángeles en 1980 y rápidamente se convirtió en una sensación. Su temporada de novato fue histórica: lideró la Liga Nacional en victorias (13), juegos completos (11) y blanqueadas (8), además de llevarse los premios al Novato del Año y al Cy Young.
Según estadísticas del portal MLB.com, Fernando Valenzuela se retiró con 41.5 de WAR, 3.54 de EFE, 2,930 innings lanzados, 2,074 ponches y 1.32 de WHIP. Tiró 113 juegos completos, incluyendo 31 blanqueos. Fue seis veces All-Star y conquistó dos Series Mundiales con la novena angelina.
Su temporada de novato en 1981 fue simplemente espectacular. Con un repertorio de lanzamientos envidiable y una mentalidad ganadora, Valenzuela lideró a los Dodgers a la Serie Mundial, donde se llevó el premio al Jugador Más Valioso. Su impacto fue tal que se acuñó el término “Fernandomanía” para describir la fiebre que generó su figura.
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Fernando Valenzuela más allá de su legado
“La gente yo creo que siempre ha tenido mucha paciencia conmigo”, dijo Valenzuela hace tres años desde su hogar en Los Ángeles, en declaraciones reseñadas por MLB.com. «Yo creo que realmente sería bueno que recordaran que uno siempre trato de dar el máximo para darles un buen espectáculo, para que se divirtieran con este bonito juego y que siempre trató de dar el máximo en los juegos que uno participaba”.
Pero el legado de Valenzuela va más allá de sus logros individuales. El “Toro” abrió las puertas a una nueva generación de peloteros latinos en las Grandes Ligas, demostrando que el talento no tiene nacionalidad. Su influencia se sintió en las comunidades latinas de Estados Unidos, donde inspiró a jóvenes a soñar con llegar a las mayores.
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La «Fernandomanía»
Fuera del terreno de juego, Fernando Valenzuela siempre fue un hombre de pueblo, cercano a su gente y comprometido con su comunidad. Su humildad y sencillez lo convirtieron en un referente para muchos.
La historia del mexicano es fascinante, un hombre humilde que fue inspirador de «La Fernandomanía«, y que vivió como los grandes, con humildad y conservando esa gran pasión por el béisbol, un deporte al que le aportó mucha historia.
La muerte de Fernando Valenzuela es una pérdida irreparable para el béisbol y para el deporte en general. Sin embargo, su legado vivirá por siempre en el corazón de los fanáticos y en la historia de este deporte. El “Toro” Valenzuela fue más que un jugador de béisbol; fue un símbolo de lucha, de superación y de esperanza.