Jude Bellingham, centrocampista del Real Madrid, protestó porque no consiguió el tercer gol de su equipo, lo que supuso darle la vuelta al partido que acabó en empate 2 a 2.
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El pretexto para esta sanción se le impuso tras la tarjeta roja mostrada a Gil Manzano. Lo que le marcó en el duelo fue que llevó a cabo: “Una actitud de desprecio o desprecio hacia el árbitro”.
El Real Madrid recurrirá esta sanción ante la Comisión de Apelación, que de momento dejará al centrocampista inglés de baja en La Liga.
Además, la competición también impuso una multa de 700 euros al Real Madrid y de 660 euros a los jugadores.
Jude Bellingham recibe dos partidos de sanción
El astro del Real Madrid fue considerado leve por el Comité de Competición, pues ya se había aplicado la pena mínima prevista para este tipo de casos. Los servicios jurídicos del Madrid solicitaron la absolución de sanciones para Bellingham, alegando que insultó a Gil Manzano al gritar «¡Es un maldito gol!».
Fue entonces cuando la sanción de dos partidos (ante Celta y Osasuna) cobró mucho sentido cuando el árbitro Gil Manzano interpretó que la forma de dirigirse a él por parte de Bellingham daba lugar a la mencionada “actitud de desprecio o desprecio hacia los árbitros, directivos o autoridades deportivas”, con una multa adicional de 700 euros para el club y 600 euros para el culpable».
Las palabras del acta del árbitro extremeño no dejan lugar a dudas: «En el minuto 99, el jugador del Bellingham, Jude Víctor William, fue expulsado por el siguiente motivo: Tras finalizar el partido y aún en el campo de juego, corrió hacia mí de manera agresiva y gritando, repitiendo varias veces: «ese es un maldito gol».