El cubano, Miguel Vargas, tuvo un desastroso 2023 después de haberse ganado el puesto como el segunda base titular del equipo.
Este año es muy diferente, pelea por ganarse un puesto de utility, incluso pudiendo ser movido a los jardines para tener tiempo de juego y posiblemente inicie en Triple A la temporada.
La 2B del equipo será para Mookie Betts, algo que obligó a Vargas a buscar reinventarse tras un mal año.
Miguel Vargas reconoce que vivió un duro 2023:
Miguel apenas bateó .195 de promedio con .672 de OPS, lejos de los .310 de promedio que mostró durante cinco temporadas en ligas menores y le costó hacer contacto.
El cubano comentó que “Nunca antes había tenido problemas con mi bateo. Obviamente todo el mundo tiene años buenos y malos, pero a mí nunca me había pasado antes. Fue algo nuevo para mí” en declaraciones a Orange County.
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A mitad de temporada fue bajado a Triple A y no pudo volver a MLB, Vargas comentó que “(Ser enviado abajo), fue muy duro. Todo jugador quiere estar en las grandes ligas. Esta casa club: extrañaba mucho esta casa club. Fue un momento bastante duro. No creo que nadie quiera pasar por eso. Después de estar en Triple-A, me dio tiempo para pensar en todo lo que estaba haciendo”.
Se comentó que luchó contra lesiones que no fueron comentadas en ese momento, pero esta vez reconoció que sufrió una pequeña fractura en el meñique derecho en el Spring Training que limitaba su swing.
“Las cosas no salieron bien el año pasado”, dijo Vargas. “Tuve un par de lesiones al principio de la temporada, en los entrenamientos de primavera. Fue la primera vez que me lastimé. Fue extraño para mí. Pasaron cosas y no pude ser lo que quiero ser».
Se comentó que no pudo recuperar su swing y tuvo que sobrecompensar las lesiones con malos hábitos mientras bateaba pero ahora está sano y espera ganarse un puesto.