Los Indios del Bóer lograron su sexto título en la Liga Profesional de Nicaragua, derrotaron a Rivas en seis partidos en la final de la temporada 2022-2023, han patentado una característica que ostentaban los Bulls de Chicago en la era de Michael Jordan, ser campeones sin necesidad de acudir a un séptimo desafío. El triunfo en la serie contra el cuadro sureño fue gracias a su picheo.
El staff de lanzadores de los capitalinos solo permitió 5 carreras en 36 entradas en los encuentros que le ganaron a los Gigantes, compilaron dos blanqueadas ante una artillería muy fuerte, una de visitante, la otra de local. Por otra parte, en el descalabro del primer cotejo les anotaron 4 en 12 episodios, demostrando la importancia que presentaron con su desempeño los serpentineros bajo las órdenes de Joel Fuentes, erigiéndose como el área principal en la consecución del campeonato.
Luis Ramírez fue el M.V.P con dos aperturas soberbias en la ciudad de los mangos, la primera de 8 innings, sin carreras, cuatro ponches, dos bases por bolas, una salida que encaminó al primer triunfo de la tribu en la final para empatar la serie en aquel momento. La segunda fue en el sexto encuentro, recorrió 8 entradas, le batearon tres imparables, le fabricaron dos anotaciones, concedió 4 boletos, eliminó 11 oponentes por la vía de los tres strikes, un trabajo crucial que impulsó a los de Managua hacia la corona de monarca de la Liga Profesional.
⚾️🏹 Indios del Bóer campeones de la LBPN Liga de Beisbol Profesional Nacional 2022-2023. pic.twitter.com/svzhgG7pkl
— Félix Mercado (@felixmercadov) January 29, 2023
José Roca tuvo una temporada muy difícil con una efectividad de 7.31 en 44.1 entradas en el curso regular. En el primer compromiso de la final salió explotado viniendo desde el bullpen, solo pudo sacar un out. Sin embargo, en el cuarto juego, en Rivas, fue el más valioso de ese cotejo, tiró 3 entradas, no permitió carreras, ponchó a 4. Su relevo fue en el tercer inning en auxilio de Juan Carlos Sulbarán, quien dejó a par de corredores en las primeras dos almohadillas y sin outs.
El derecho dominó a Cheslor Cuthbert, luego otorgó pasaporte intencional a Jesús Valdez, acto seguido, se llenaron los costales con un out, los Gigantes estaban ganando 2 a 0 con la posibilidad de ampliar el marcador, era el turno de Ofilio Castro, uno de los mejores artilleros nacionales de todos los tiempos, Roca se impuso en la batalla ante el toletero que llegó hasta el nivel Triple A en la organización de los Nacionales de Washington, bateó para doble play, Rivas no pudo fabricar más carreras cuando parecía que iban producir un rally.El Bóer ganó ese compromiso 10 a 3, estaba 4 a 2 hasta el séptimo.
Bryan Torrés fue otra pieza crucial desde el bullpen, en la temporada regular tiró para 3.10. En la final no permitió anotaciones en 5.2 innings, pero la verdadera dimensión de sus relevos se encuentran en los momentos que arribó al montículo para hacerlos. En el primer partido, llega al box con las bases llenas para enfrentar a Brandon Leytón, enseñó su calidad y fortaleza mental.
Dominó al pelotero de los Rojos de Cincinatti con un fly al receptor, pero la pelota se le escapó de la mascota a Melvin Novoa, la presión aumentaba para el tirador de los capitalinos, podría ser pernicioso darle vida un cañonero que el año pasado llegó hasta Triple A . En una apertura de rehabilitación de Jacob deGrom en las menores, sacudió con un hit al dos veces ganador de Premio Cy Young, el tirador de la tribu salió airoso, no se inmutó frente a un contexto hostil, le brindó un respiro al conjunto de Joel Fuentes en el cotejo, los relevistas, Wilder Rayo y José Roca habían fallado, no obstante, Bryan Torres se agigantó contra Rivas. En el cuarto encuentro, relevó después de Roca, el marcador estaba 3 a 2 para los capitalinos, no permitió carreras en 1 1/3 innings.
Torres plasma otro relevo vital en el quinto desafió de la final, de esos que marcan diferencias, la pizarra estaba cero a cero en un duelazo protagonizado entre Yeudy García y Leonardo Crawford. En el séptimo, el tirador quisqueyano sale explotado, deja a corredores en primera y segunda sin outs. Es turno para Williams Vásquez, un histórico con el madero en los registros de la Liga Profesional de Nicaragua, uno de los dos ganadores de Triple Corona a la ofensiva en los archivos de la LBPN, decidió el primer encuentro con un imparable, Picota hace bien al no mandarlo a tocar, Bryan se crece y domina a los tres cañoneros rivenses que encaró.
En Nicaragua, lamentablemente se cree que el toque de pelota es una jugada inteligente, de generar presión, productiva, que es sinónimo de anotación, sin embargo, no es así. En MLB se usa cada vez menos, varios equipos no emplean ese gesto en Grandes Ligas, tanto en el GPO como en la LBPN o el compromisos internacionales del seleccionado pinolero se ha comprobado que es contraproducente, le da confianza al serpentinero rival por obtener un out, en muchas ocasiones ni avanzan los corredores, el porcentaje de anotación luego de tocar es muy bajo, prácticamente no se hacen carreras.
Picota lo ejecutó temprano en ese compromiso con Rafael Estrada, el líder en porcentajes sobre las bases de la etapa regular, el resultado fue pésimo, ni avanzaron los corredores y no hubo carrera anotada, el timonel canalero aprendió de su falla, dejó batear a Vásquez. En vez de pensar que no hacerlo con Wuillians, fue mala dirección; que gestó la derrota de Rivas, lo pertinente es darle mérito al trabajo de Bryan Torres por imponerse en un panorama complicado frente al nativo de Venezuela y al resto de artilleros de los Gigantes que enfrentó.
Yeudy García tuvo dos aperturas de calidad en la final, la primera de 5 entradas de labor, 1 carrera permitida, tablazo de Jesús Valdez, ponchó a 7, otorgó tres pasaportes, le conectaron 3 hits. La segunda fue de 6 episodios, fusiló a 4, le batearon 5 imparables, solo concedió un boleto al primer costal. Olbis Parra, mientras tanto, fue un cerrador con rendimiento excepcional, con una efectividad de 0.00 en 6.1 capítulos en el box, coleccionó 3 rescates.
En el béisbol, para llegar a alzarse con un trofeo en una campaña, se necesita de una amalgama de factores, el aporte que ofrece la ofensiva, la defensa, la dirección del timonel, el trabajo de los lanzadores, especialmente en las situaciones apremiantes, como los jonrones de Melvin Novoa o de Manuel Geraldo, se convirtieron en playmakers, el término que se usa en la NFL para destacar al elemento que realiza la jugada grande en la situación crucial, el picheo del Bóer lo hizo también, gracias a sus serpentineros son los campeones, como los Bulls de Jordan, los capitalinos no han necesitado de un séptimo encuentro para coronarse.
Escrito por: Helmut Canales
Twitter:@HelmutCanales
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