Publicado por Los Indios del Boér y los Gigantes de Rivas están empatados a un triunfo por bando en la serie final de la Liga Profesional de Nicaragua, han protagonizado dos partidos muy buenos. En el primer cotejo en la ciudad de Managua con una afluencia abismal con respeto a la temporada regular, los sureños derrotaron a los capitalinos 4 a 3 en un compromiso que se extendió hasta el inning 12 que fue decidido por un imparable de Wuillians Vásquez con casa llena. Sin embargo, la tribu de visita impulsada por una labor monticular excepcional del dominicano Luis Ramírez de 8 episodios en el montículo, obtuvo el triunfo 3 a 0 para decretar la igualdad en la lucha por el título.
En el primer encuentro se estaba gestando un duelo monticular entre Leonardo Crawford y el quisqueyano Yeudy García, el desafío estaba cero a cero, luego de tres entradas. En el cuarto, Jesús Valdez puso fin a la paridad con un jonrón solitario al jardín izquierdo para adelantar a Rivas en paralelo a esa acción se generó la algarabía de los aficionados que acompañaban al club, por cierto, era una cantidad considerable de personas con camisas anaranjadas que gritaban, saltaban, bailaban llenos de alborozo al ver al equipo de sus amores tomando la delantera.
No obstante, la alegría para los sureños fue breve, porque Ademir Rifaela en la cuarta oportunidad de la batería de los Indios emparejó el marcador al salir airoso en el reyerta de zurdo contra zurdo con un tablazo en línea que superó la barda de la pradera derecha materializando el 1 a 1 que suscitó el despertar de la barra local que se manifestó con su típico “vamos Bóer”. Los dos cañoneros demostraron que son peloteros superestrellas de la liga, de los mejores por su rendimiento con el madero en el curso 2022-2023, el curazoleño fue el campeón de bateo de la etapa regular y líder en OPS, el “Cacao”, por su parte, enseñó que es el tronquero principal de la alienación sureña.
Yeudy García culminó su salida con un trabajo sobresaliente de 5 innings en el box, permitió solo una anotación, ponchó a 7, concedió un boleto al primer costal y le conectaron tres hits. En cambio, Crawford lanzó 6 episodios de una carrera con cinco oponentes eliminados por la vía de los tres strikes y otorgó tres bases por bolas. El costeño se vio dominante desde la colina, gracias a la combinación de sus disparos de rompimiento con la recta, manipulándolos con un control sobresaliente, es otro pícher con respeto a la versión de sí mismo de años anteriores, ha evolucionado, dejó de ser un serpentinero nervioso, ansioso, ahora es uno rebosante de confianza y que no se inmuta ante la presión del adversario.
El relevo inmediato del Bóer fue descifrado, Wilder Rayo y José Roca solo pudieron sacar un out en el sexto capítulo, salieron explotados, el matagalpino cargó con dos carreras en su cuenta, una de ellas por cuadrangular de Cheslor Cuthbert. En ese inning, con el marcador 3 a 1 para Rivas, Bryan Torres, un relevista de un desempeño llamativo en la etapa regular, dejó pruebas fehacientes que se puede considerar un elemento fundamental desde el bullpen para Joel Fuentes, entró con bases llenas para enfrentar a Brandon Leytón y lo dominó, pero antes, Melvin Novoa no pudo controlar un fly fácil que se le escapó de la mascota en la zona de foul , brindándole una oportunidad más a un pelotero que en 2022 alcanzó el nivel Triple A en el beisbol organizado con los Rojos de Cincinnati.
La tribu empató a 3 la pizarra en el cierre del séptimo por pifias a la defensiva de Rivas, una de Iván Marín en fildeo en un elevado entre segunda el bosque central, la otra por un viraje desviado de Téller a primera que parecía ser un out para terminar con esa amenaza si Ofilio Castro controlaba ese disparo.
Torres lució rutilante con un trabajo de 2 entradas sin carreras y Olbis Parra también estuvo brillante al no permitir anotaciones en una labor de 2.1 capítulos. Samuel Adames y Víctor Capellán de los Gigantes no se quedaron atrás para pintar ceros en 4.2 entradas combinadas, 2.2 para el primero, el complemento para el segundo. El cotejo se fue a entradas extras y Wuillians Vásquez con un imparable puso en el marcador definitivo 4 a 3 para el combinado dirigido por Lenín Picota
Luis Ramírez posee un brazo dominante; ofrece en el montículo largos recorridos, en la temporada regular fue el tirador que coleccionó más episodios en las dos primeras fases desde el box con 72 1/3, tuvo cinco apariciones de 7 entradas y dos salidas de 6. En la final, su rendimiento se ha elevado, estuvo enorme en la colina e hizo ver pequeños a los Gigantes, fue el gestor principal en la blanqueada del Bóer 3 a 0 sobre Rivas ante un estadio Yamil Ríos Urgarte abarrotado de simpatizantes del cuadro sureño, eso no lo amedrentó, en cambio, el escenario lo acrecentó, forjó una apertura imperante de 8 capítulos sin carreras con 4 ponches, tres hits y dos bases por bolas.
En un duelo de refuerzos contra Garabito, por ahora demostró, por qué fue la escogencia perfecta como el refuerzo número uno para la etapa final, a pesar de las cifras sobresalientes que lo respaldan con el Tren, un segmento de los medios sin esgrimir un argumento sostenible, catalogó como un error su elección en vez de la escopeta proveniente de León, sin embargo, superó a su compatriota en el enfrentamiento directo, Gerson fue castigado con dos anotaciones en un trayecto de 5 innings.
Chad Sedio fue el elemento de más incidencia del ataque de Rivas al embasarse en tres oportunidades con un hit y dos bases por bolas. El momento de más peligro de los Gigantes fue en el sexto con imparable de Rafael Estrada abriendo tanda, luego Iván Marín hizo un toque de bola que permitió concretar el out en segunda, Sedio recibió pasaporte, pero Ramírez neutralizó con aplomo a Brandon Leytón y a Rogearvin Bernardina.
El Bóer inauguró el marcador con sencillo impulsador de Bismarck Rivera, el pelotero nacional con más remolcadas en la etapa regular, empujó a Edgar Montiel desde la segunda almohadilla que no ha conectado hits en 9 turnos en la final, pero que llegó a primera por medio de los cuatro disparos malos que le gestó un boleto, luego puso en marcha un recurso que poco se usa en el beisbol pinolero para avanzar sobre los costales en los contextos apremiantes, el robo, asaltó la intermedia, había sido decretado out, demandó la repetición que certificó el quieto. No ha bateado imparables, pero en el momento oportuno realizó la jugada grande que fue crucial para el 1 a 0.
La tribu fabricó la segunda en el sexto, empujada de Rubí Silva en filder choice, en el octavo, Manuel Geraldo puso el definitivo 3 a o con un bombazo contra los envíos de Osman Gutiérrez, Olbis Parra se apuntó el rescate, luego de dos compromisos, la serie final entre Bóer y Rivas está empatada a un triunfo por bando.
Escrito por: Helmut Canales
Twitter: @HelmutCanales
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