Publicado por Lo sé, es un titular extraño. Y obviamente, si Aaron Judge sigue cayendo, ni siquiera pensará en ganar el premio MVP.
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Pero por el momento, sus números son de uno, y considerando que son relativamente similares a las estadísticas de su carrera, ciertamente no está descartado que terminará bateando a mediados de los .280 con un OPS de alrededor de 1.000. Volverá a batear más de 50 jonrones y producirá al menos 100 de nuevo. En este punto, es solo una cuestión de lo que Judge y Shohei Ohtani harán y no harán.
El término «Jugador más valioso» ha tenido muchos significados diferentes. La mayoría de las veces, es el mejor jugador del año. Otras veces, es el mejor jugador en el mejor equipo: si Juan Soto hubiera estado en un mejor equipo en 2020, tal vez supere a Freddie Freeman .
A veces, simplemente no tienen ningún sentido (Jimmy Rollins sobre Matt Holliday en 2007, Miguel Tejada sobre Alex Rodríguez en 2002, me atrevo a decir José Altuve sobre Judge en 2017…)
En este caso, sin embargo, vamos a ser bastante literales con la palabra «valioso».
Ohtani es actualmente el favorito en las apuestas, luego de que ese título hubiera pertenecido a Judge por un par de meses. Mira, si Ohtani ganó de nuevo, no me escucharás quejarme.
Pero el valor de Ohtani para su equipo, y su valor para el juego de béisbol en todo el mundo, no necesita defensa. Nunca hemos visto esto antes, y es posible que nunca lo volvamos a ver.
Y no soy de los que preguntan lo valioso que es un jugador cuando su equipo apesta. No es culpa de Ohtani que Anthony Rendon y Mike Trout se vuelvan a lesionar. Ohtani es uno de los 26, y todos sabemos que el béisbol no es como el baloncesto, donde un jugador puede impulsar a un equipo a los playoffs.
Pero, ¿hay otro jugador en el béisbol cuyo éxito, o falta de él, presente una correlación directa con el de su equipo más que Judge?
El 17 de junio, los Yankees acababan de ganar su octavo juego consecutivo (por segunda vez en esta temporada). Tenían marca de 48-16, un increíble porcentaje de victorias de .750.
Al día siguiente, los Yankees volvieron a ganar. 49-16, porcentaje de victorias de .754, ritmo de 122 victorias. Eso sucedió a pesar de la actuación de Judge 0-de-5, pero los Yankees no pudieron evitar sentir la ira de las luchas de Judge por mucho tiempo.
Del 18 de junio al 15 de julio, Judge jugó en 25 juegos, y en ese lapso, bateó solo .179 con un OPS de .675 con 17 carreras impulsadas. En esos 25 juegos, los Yankees tenían marca de 13-12. Por supuesto, dos de esas victorias se produjeron en los walk-offs de Judge contra los Astros de Houston, salvándolos de lo que podría haber sido una vergonzosa barrida de cuatro juegos en casa que alteró la temporada.
Luego, Judge acertó 5 de 6 con cuatro carreras impulsadas contra los Medias Rojas de Boston en los últimos dos juegos antes del receso por el Juego de Estrellas; los Yankees ganaron esos juegos con una puntuación combinada de 27-3. Ganaron por tres touchdowns y tres conversiones de dos puntos.
Sí, Matt Carpenter fue la estrella de esos juegos, pero cuando actúa Judge, actúan los Yankees.
En juegos donde Judge conecta un jonrón, los Yankees tienen marca de 21-5. En los juegos que no, están 40-23. Sigue siendo muy bueno, pero está cerca de una diferencia de 200 puntos en el porcentaje de victorias.
Cuando Judge impulsa al menos una carrera, tienen marca de 27-8. Cuando impulsa al menos dos, son 17-1. ¿Juegos donde tiene cero carreras impulsadas? 34-20. Una vez más, sigue siendo muy bueno, porque los Yankees son muy buenos, pero ni siquiera está cerca.
Seguramente, los equipos necesitan que sus mejores jugadores rindan si quieren llegar a lugares, pero esto tampoco es nada nuevo.
Eche un vistazo al año pasado, cuando los Yankees tuvieron quizás la montaña rusa más grande de una temporada. Antes de la racha ganadora de 13 juegos de los Yanks la temporada pasada, Judge tenía un OPS de .886. Durante esa racha ganadora, su OPS fue de 1.151. Cuando terminaron el año con foja de 14-7, su OPS era de 1.007 y los envió a la postemporada con un sencillo de salida. Él y Giancarlo Stanton sin ayuda proporcionaron la ofensiva que los empujó al Juego de Comodines.
Incluso en 2017, cuando Judge se desplomó durante casi dos meses, los Yankees tuvieron marca de 29-22 mientras que el OPS de Judge fue de .719 y bateó para .185. Si esa temporada terminara el 12 de junio, Judge habría ganado la Triple Corona y los Yankees tenían marca de 36-23. En sus últimos 19 juegos ese año, los Yanks tuvieron marca de 14-5 con un OPS de 1.612.
Los Yankees van como Judge va, tanto para bien como para mal. Y esa es la definición de Jugador Más Valioso.
Y si el sábado y el domingo fueran señales de lo que vendrá, ya no tendremos ni que discutir.
Escrito por Guillermo Sánchez (@profe9653 / @eslatribuna)
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